El cambio climático ha situado al sector de la movilidad en el centro de los debates sobre la transición hacia una economía baja en carbono. En un país de dimensiones continentales como Brasil, donde el transporte representa el 11 % de las emisiones brutas de gases de efecto invernadero, el reto reside en conciliar la necesidad de movilidad, el crecimiento económico y la reducción de contaminantes.
En este escenario, Motiva, la mayor empresa de infraestructura de movilidad del país, ha asumido un doble rol: rediseñar su propia operación hacia un modelo de movilidad cada vez más sostenible y, al mismo tiempo, articular un camino de descarbonización para todo el ecosistema de transporte.
Uno de los puntos destacados de este esfuerzo fue la movilización de la Coalición para la Descarbonización del Transporte, iniciativa lanzada en 2024 que hoy reúne a alrededor de 120 organizaciones públicas, privadas, académicas y de la sociedad civil en torno al objetivo de reducir las emisiones proyectadas del sector hasta en un 70% para 2050.
Co-liderada por Motiva, CEBDS, CNT y el Observatorio Nacional de Movilidad Sostenible del Insper, la Coalición entregó al gobierno federal un plan con 90 acciones y un potencial estimado para desbloquear más de R$ 600 mil millones en inversiones verdes.
Tres grandes iniciativas pueden, de hecho, cambiar el juego: la electrificación de las flotas, la revisión de la matriz logística –con mayor énfasis en los ferrocarriles y las vías navegables– y la expansión del uso de biocombustibles.
Según la Coalición, la combinación de estas iniciativas podría reducir las emisiones del sector hasta en un 60% respecto a un escenario de inacción en 2050.
Sólo la electrificación de automóviles y autobuses tiene el potencial de evitar la emisión de 145 millones de toneladas de CO₂ hasta 2050, siempre que el país avance en la instalación de 1,9 millones de puntos de carga y cree políticas públicas capaces de viabilizar esa infraestructura, estimada en R$ 40 mil millones.
Es precisamente en este punto que Motiva intenta ampliar el alcance de la agenda climática más allá de los activos que gestiona.
En junio de 2025, durante la Cumbre Mundial de Inversión Climática en Londres, la directora de Sostenibilidad de la compañía, Juliana Silva, presentó las principales conclusiones del plan de la Coalición a los inversores globales, destacando las oportunidades para proyectos verdes en Brasil.
Según datos presentados por el ejecutivo, la electrificación del transporte podría reducir en 35% las emisiones de gases de efecto invernadero del sector al 2050, aprovechando una red eléctrica que ya cuenta con aproximadamente un 80% de fuentes de energía limpia.
En otro frente, en la Semana de Acción Climática de Río de Janeiro, Juliana reforzó el papel del sector privado en la creación de demanda de tecnologías verdes.
“Los compromisos de descarbonización asumidos por las grandes empresas ya están impulsando la economía e impulsando inversiones en energía limpia, electrificación y biocombustibles”, afirmó Juliana.
La agenda de sostenibilidad de Motiva cobró nuevo impulso tras una asociación establecida con la Fundación Mundial del Clima (WCF), una organización global con sede en Dinamarca que conecta a gobiernos, empresas, instituciones financieras y la sociedad civil para movilizar recursos para proyectos de clima, biodiversidad y transición energética.
“Esta colaboración fortalece nuestras acciones y reafirma nuestra ambición de desempeñar un papel de liderazgo en la agenda de sostenibilidad del sector de infraestructura de movilidad”, afirma Pedro Sutter, Vicepresidente de Innovación, Tecnología, Riesgo y Sostenibilidad de Motiva.
Motiva ha adelantado un año su objetivo de abastecer el 100% de sus operaciones en autopistas, trenes, metros, trenes ligeros y aeropuertos exclusivamente con electricidad procedente de fuentes renovables.
Para dar coherencia a esta agenda, la compañía rediseñó su gobernanza de sostenibilidad. En 2024, implementó un nuevo modelo alineado con Ambición 2035, el plan estratégico que refuerza la visión de Motiva de liderar el sector de la movilidad en el país, con un enfoque en la creación de valor sostenible y objetivos claros de neutralidad de carbono y resiliencia climática.
La nueva estructura de gobernanza incluye la creación de un Comité Estratégico de Sostenibilidad que tiene como objetivo, entre otros, reducir el riesgo climático y la huella ambiental, gestionar de forma sostenible la cadena de valor y generar un impacto positivo en la sociedad.
En las iniciativas participan aproximadamente 70 profesionales de más de 30 áreas de la compañía, encargados de transformar objetivos en planes y acciones concretas.
En total, 140 acciones comprenden las hojas de ruta que cubren temas como las emisiones de carbono, la eficiencia energética, la diversidad, el compromiso interno, la seguridad ocupacional, el impacto social y el desempeño de los proveedores.
“Esta gobernanza fortalece la cultura de sostenibilidad en toda la organización, garantizando efectivamente que el tema esté en el centro de las decisiones, los procesos y la cultura organizacional”, afirma Sutter.
El modelo operativo ha dado resultados concretos. En 2024, Motiva alcanzó su objetivo de abastecer el 100% de sus operaciones en autopistas, trenes, metros, trenes ligeros y aeropuertos exclusivamente con electricidad procedente de fuentes renovables, un año antes de lo previsto. Además, recientemente amplió su compensación de emisiones mediante la compra de créditos de carbono vinculados a la conservación de la Mata Atlántica, en una operación realizada en Legado das Águas (SP). De esta forma, redujo sus emisiones de CO2 en un 55% en los alcances 1 y 2, acercándose a su objetivo de reducción del 59% proyectado para 2033.
A nivel operativo, la reutilización del 36% de asfalto reciclado (RAP) en la construcción de carreteras superó la meta del 23% y redujo el consumo de hormigón derivado del petróleo. El uso de biocombustibles alcanzó el 92,4% de la flota de vehículos ligeros de la empresa, con el objetivo de alcanzar el 100% para finales de 2025.
La cadena de suministro también está bajo el radar de la agenda climática: el 100% de la base de proveedores activos ahora está siendo evaluada según criterios de sostenibilidad.
Este conjunto de iniciativas fue reconocido en 2025 con la consecución, por 12ª vez consecutiva, del Sello Oro del Programa Brasileño GHG Protocol, certificación que atestigua la excelencia de las iniciativas verdes de la compañía.
“Hemos estado trabajando concretamente para acelerar la transición hacia una economía baja en carbono en carreteras, ferrocarriles y aeropuertos, siempre en línea con los más altos estándares internacionales”, concluye Sutter.
Más información se puede encontrar en el siguiente enlace : https://www.motiva.com.br/esg/nossas-praticas/