Las Vegas - Ivanka Trump, una especie de "comodín" en Washington, no encuentra puertas cerradas en la Casa Blanca. Pero, a pesar de la libertad de la que goza como hija del presidente, sus funciones están bien definidas, al menos según el sitio web oficial del gobierno: "Es asesora del presidente. Su función es centrarse en la educación y el empoderamiento económico de las mujeres y sus familias, así como en la creación de empleo y el crecimiento económico mediante el desarrollo de la fuerza laboral y el emprendimiento".
En la práctica, es una de las asesoras más influyentes de Donald Trump. Cuando el presidente chino, Xi Jinping, estuvo en Florida y cenó con Trump a puerta cerrada para hablar sobre la guerra comercial entre ambos países, Ivanka estuvo presente. Lo mismo ocurrió en las reuniones con otros jefes de Estado. Su influencia sobre su padre es tan grande que el presidente estadounidense ya ha considerado nominarla para dirigir el Banco Mundial.
Estos hechos suscitan numerosas críticas por parte de los estadounidenses, quienes los consideran un caso exagerado de nepotismo. Precisamente por eso, la invitación a hablar en el CES y ser portavoz del panel sobre el futuro del trabajo fue criticada por muchos y generó una fuerte ola de protestas. Tan grande, de hecho, que el propio Gary Shapiro, director ejecutivo de la Asociación de Tecnología del Consumidor (CES), responsable del CES, tuvo que explicar (y defender) públicamente la decisión del equipo.
Ivanka subió al escenario junto a Shapiro. Ambas evitaron largas presentaciones y abordaron directamente el tema de la conferencia: el futuro del trabajo. Sin desviarse ni una coma del tema para comentar otros temas urgentes, como la reciente escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán, Ivanka reveló que enfrenta sus propias batallas personales.
Una de ellas, créanlo o no, está "en contra" de un título universitario. Graduada en finanzas por la Universidad de Pensilvania, la hija de Donald Trump afirmó que uno de los desafíos que enfrenta es "la creencia arraigada de que solo hay un camino al éxito: los cuatro años dedicados a la educación superior".
Aunque reconoce que es un buen camino y elogia el poder de las universidades estadounidenses, Ivanka cree que es importante mostrar que existen otras alternativas, como la formación profesional o los cursos cortos.
La asesora del presidente también afirma que esta idolatría de los títulos de educación superior orienta el mercado laboral en función de las credenciales, y no necesariamente del talento. "Hay muchas oportunidades, incluso en el sector tecnológico, que no requieren un título. Hay que dominar ciertos programas o herramientas, pero no se necesita educación formal", afirma.
Además, Ivanka señala que la constante evolución social y de las plataformas exige que un empleado se actualice constantemente a lo largo de su carrera, pero rara vez lo hace al regresar a la universidad.
Para avanzar hacia una sociedad más independiente de los títulos universitarios, el equipo liderado por la hija de Donald Trump debería lanzar en los próximos días una campaña que "celebre otros caminos hacia el éxito".
Una de ellas, explica, consiste en romper con la imagen estereotipada de lo que significa trabajar en una fábrica. «Tenemos 500.000 empleos bien remunerados en la industria manufacturera que no requieren educación superior, pero poca gente se interesa por ellos debido a los prejuicios», afirma.
Finalmente, Ivanka afirma que «cuatro de cada diez estadounidenses con educación universitaria ocupan puestos que no requieren dicha formación». Cambiar este panorama requiere, ante todo, un cambio de mentalidad, y ningún cambio actual puede excluir la tecnología.
Para ella, el papel de la tecnología es empoderar al trabajador, dándole mayor poder y control sobre su propia carrera. "¿No es absurdo que no podamos tener un documento oficial en nuestros celulares que acredite, por ejemplo, que hemos terminado la secundaria?", dice indignada.
Soluciones como ésta, en opinión de Ivanka, harían que la contratación fuera más rápida, sencilla y justa, porque los documentos ya no se almacenarían en carpetas en los departamentos de recursos humanos de la empresa, sino que estarían en posesión de sus propietarios, siempre a su alcance.
Dirigiéndose a la audiencia en el evento tecnológico más grande del mundo, Ivanka agregó una declaración provocativa: "¿Qué pasaría si alguien creara una aplicación que te notificara cada vez que hubiera una vacante disponible dentro de tu código postal y que coincidiera con tus habilidades?"
Aunque dicho dispositivo sigue siendo una "simple sugerencia" de la hija y asesora del presidente, Ivanka lidera un proyecto para ayudar a los estadounidenses a mantenerse al día con la tecnología.
Una iniciativa de su equipo dio lugar al Compromiso con el Trabajador Estadounidense. El proyecto invita a las grandes empresas a comprometerse a capacitar a sus empleados para mantenerlos actualizados (y cualificados) para sus puestos y para el mercado laboral en general.
Para mayo del año pasado, 220 empresas habían firmado el acuerdo, que prometía beneficiar a casi 9 millones de trabajadores. Si bien no se habla de resultados prácticos de esta iniciativa, al menos por ahora, el sitio web oficial del proyecto se centra en promover los datos gubernamentales.
Según el sitio web Pledge to America's Worker, durante la administración Trump se crearon 5,3 millones de puestos de trabajo, que también se caracteriza por una baja tasa de desempleo, del 3,6%.
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