Dedicó años enteros a fortalecer su operación. Pero, a finales de 2024, ante un escenario macroeconómico poco alentador, Wine comprendió que necesitaba centrarse en ofrecer una visión diferente: preservar el flujo de caja y la rentabilidad.

Tras completar parte de este camino durante 2025, el grupo vitivinícola reservó el final del año para dar un paso más en esta estrategia con la emisión de un fondo de inversión en cuentas por cobrar (FIDC), por un valor de R$ 100 millones.

El FIDC (Fondo de Inversión en Cuentas por Cobrar) cerró una cuenta mayor, por un total de R$ 250 millones, para la reestructuración de la deuda de Wine. Este lote también incluyó dos pagarés comerciales . El primero, por R$ 60 millones, en junio, con el Banco do Brasil. Y el segundo, por R$ 90 millones, en noviembre, con Itaú, Bradesco y Banco ABC.

“Tuvimos un muy buen año en términos de rentabilidad”, afirma Alexandre Magno, director ejecutivo de Wine, a NeoFeed . “El único paso pendiente era equilibrar la estructura de capital de la empresa”.

Itaú y Bradesco adquirieron las acciones senior del FIDC (Fondo de Inversión en Derechos de Crédito), que representan el 80% del valor. La acción junior quedó en manos de Vert, que también operará el fondo, basándose en las facturas de hoteles, bares y restaurantes, y de los clientes de la división B2B de Wine.

Según Magno, la deuda de Wine, que ascendía a R$225,7 millones al cierre del tercer trimestre de 2025, ahora será del 30% a corto plazo y del 70% a largo plazo. Anteriormente, esta ecuación rondaba el 60% y el 40%.

“Esto nos da la tranquilidad de que, en 2026, tendremos menos presión para pagar intereses y amortizar deuda”, afirma. “Y tendremos más margen de maniobra financiera para que nuestro equipo pueda centrarse mucho más en asuntos operativos, ya que aún tenemos algunos asuntos por resolver”.

Hasta ahora, desde el punto de vista operativo, el cambio de rumbo de Wine ha implicado áreas como ajustes en sus políticas comerciales y de precios, racionalización de inversiones en marketing, reducción de personal y centralización de contratos logísticos.

Algunas de estas iniciativas se reflejaron en el balance del grupo. El EBITDA, por ejemplo, creció un 49,1% entre enero y septiembre de 2025, alcanzando los 92,8 millones de reales. Durante este período, el beneficio neto fue de 21,8 millones de reales, revirtiendo la pérdida de 18,3 millones de reales registrada un año antes.

Por el contrario, hubo impactos –como era esperado– en líneas como los ingresos netos, que cayeron un 3,7% en los primeros nueve meses del año, a R$ 555,3 millones, en gran parte debido a la pérdida de volumen directamente vinculada al ajuste de precios realizado a lo largo del año, de alrededor del 12%.

“No creemos que sea necesario hacer un ajuste de esa magnitud en 2026, así que nos reuniremos de nuevo con nuestros socios para ocupar un poco más de espacio en las estanterías”, afirma Magno. “Será posible combinar cierto crecimiento de los ingresos con la rentabilidad, que, sin embargo, sigue siendo el objetivo principal”.

En esta línea, el consejero delegado afirma que Wine, que cerró cuatro tiendas físicas en su red, no prevé retomar la apertura de nuevas unidades en 2026. Actualmente, la operación retail cuenta con 13 puntos de venta.

“Vemos potencial para al menos cinco u ocho tiendas más, pero no nos expandiremos precisamente por los recursos necesarios”, afirma. “Una tienda cuesta alrededor de R$ 500.000 y tiene un periodo de recuperación de poco más de 12 meses. Por lo tanto, es hora de priorizar otras inversiones”.

México, posicionamiento premium y marcas propias.

Dentro de esta agenda, uno de los espacios está reservado para México , donde Wine desembarcó a finales de 2021, pero recién comenzó a invertir en serio en 2023. Hoy, esta operación representa solo alrededor del 2% de los ingresos totales, pero la compañía entiende que hay un potencial importante para hacer crecer esta participación.

A corto plazo, la empresa ampliará sus inversiones en el país a finales de este año. La idea es aprovechar el invierno para atraer más suscriptores a la versión local de Clube Wine, que cuenta con unos 30.000 usuarios. Y, en 2026, aprovechar una base de usuarios más amplia.

Actualmente, Clube Wine es la única filial de Wine en México. Sin embargo, a mediano plazo, el plan es replicar el modelo operativo en Brasil, que también incluye comercio electrónico, tiendas físicas y B2B.

“Vemos potencial para crear todo este ecosistema allí y, con el tiempo, tener dos o tres tiendas físicas en las principales ciudades”, señala Magno. “Pero, por el momento, estamos priorizando el club porque, para ello, necesitamos una inversión ligeramente mayor”.

Esto no significa que Wine se quede quieta. La empresa ya está en conversaciones para encontrar un socio local, ya sea financiero o estratégico, para acelerar estas inversiones. El objetivo es recaudar entre 3 y 4 millones de dólares.

“Con estos recursos, la idea es invertir más en marketing para posicionar la marca y atraer nuevos suscriptores”, afirma el ejecutivo. “Y, en el segmento B2B, contratar profesionales y ejecutar campañas de posicionamiento y ventas para grandes supermercados y cadenas especializadas”.

En Brasil, una de las prioridades de Wine, empresa conocida por sus productos de entrada de gama, es subir un poco en la góndola, buscando un posicionamiento más premium, un proceso que comenzó este año.

Las futuras iniciativas en este sentido incluyen la reestructuración del Club de Vinos, que actualmente cuenta con más de 350.000 suscriptores, así como iniciativas en el área B2B. «Este año hemos ganado un espacio considerable en las salas VIP de los aeropuertos y esperamos replicar esta iniciativa en los restaurantes en 2026», afirma Magno.

Otra área que recibirá atención son los vinos de marca blanca, una estrategia que Wine también comenzó a implementar este año con tres marcas originales: Metropolitano, Entre dois Mundos y Dínamo Wines. El plan es ampliar este portafolio.

“Nuestra idea es continuar con esta estrategia, y la tendencia apunta hacia productos más básicos”, afirma Magno. “Tenemos un plan, quizás para el próximo año, para expandirnos a Argentina y Portugal, que, dado el tamaño de sus mercados, serían los países donde tendría más sentido trabajar ahora”.